miércoles, 1 de julio de 2009

La estructura tributaria en Colombia: ¿se promueve la competitividad?


La desaceleración de la actividad productiva ha significado una caída en el recaudo tributario, lo que ha renovado el debate sobre la conveniencia de la actual estructura impositiva como mecanismo para promover la inversión privada sin comprometer la estabilidad de las finanzas públicas. En efecto, mientras el crecimiento anual promedio del recaudo para los meses de enero del período 2001-2008 fue de 20%, en enero de 2009 el recaudo cayó 14,1% con respecto al mismo mes de 2008. Más allá de que dicha caída refleje primordialmente la desaceleración de la economía, Fedesarrollo considera que la actual estructura tributaria no cumple con los principios de equidad y eficiencia deseables en todo esquema impositivo. Además, es complejo y no garantiza la estabilidad del recaudo.

En 2006 el país sustituyó un proyecto de reforma tributaria que contenía las características ideales para promover la inversión y propiciar la progresividad por un esquema impositivo discriminatorio, con un conjunto de exenciones de carácter discrecional difíciles de administrar, que podría llegar a tener altos costos fiscales en el mediano plazo y que, de manera importante, da lugar a grandes inequidades, tanto entre empresas como entre individuos. El Gobierno Nacional pudo utilizar su amplio capital político para hacer una reforma fiscal estructural que cumpliera los principios de simplicidad, equidad, eficiencia y estabilidad. A pesar de haber presentado un proyecto que estaba orientado en esa dirección, al final se optó por mantener el complejo estatuto tributario e instaurar un particular sistema de zonas francas y contratos de estabilidad jurídica. Los decretos reglamentarios de la ley de Zonas Francas modificaron el régimen, que en su concepción original servía como instrumento de promoción de exportaciones y de facilitación del comercio internacional, por un nuevo instrumento de rebaja selectiva de obligaciones tributarias para ciertas empresas y actividades, sin distinguir si producen para los mercados domésticos o externos. Por otro lado, en los contratos de estabilidad jurídica se sustituyó un mal, cambios continuos en las reglas de juego, por otro tal vez peor, al aislar a algunas de las empresas más grandes del país cuando se requiera su contribución para financiar programas estratégicos tales como la seguridad democrática o Familias en Acción.

Ahora que está por expirar el impuesto de patrimonio establecido en 2002 y en virtud al deterioro fiscal plasmado en el reciente Marco Fiscal de Mediano Plazo, se hace inevitable que el régimen tributario se convierta nuevamente en tema obligatorio de discusión. En Fedesarrollo esperamos contribuir a este debate, apoyando todas las iniciativas que conduzcan a que el país algún día cuente con un esquema tributario impersonal, sencillo, progresivo y equitativo, el cual fomente la competitividad y la estabilidad fiscal. En el artículo de Actualidad de esta edición de Tendencia Económica analizamos detalladamente el estatuto tributario colombiano, determinando cuáles son sus falencias y los puntos en los cuáles se podría mejorar la eficiencia y la equidad.


Lo invitamos a consultar el documento completo en la siguiente dirección:

ftp://ftp.fedesarrollo.org.co/pub/te/2009/86.pdf

O descargarlo de nuestra página web:

http://www.fedesarrollo.org.co/publicaciones/default.asp?chapter=113



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